domingo, 20 de junio de 2010

mis años que se van

Me asombra saber que ya tengo veintiséis años. Diría que hasta me preocupa. Siento que mis ojos de los que tanto me jactaba por la buena vista empiezan a darme la espalda. Veo que unas cuantas canas se suman a los 5 que ya tenía y a aquella canita roja que anda deambulando por alguna parte de mi cabeza. No sé si esa cana es rojita por pura casualidad o es que en mi cabeza se mueve tanto la política que hasta mis canas son nacionalistas. Pero ahí la vemos rojita, bien de izquierda, siempre en pie de lucha.

Llego una vez más el 18 de junio y como ya es costumbre mi familia se olvido de mi. Los amo a todos. Pero menos mal tengo a mi lado a una persona que ha logrado cautivar mi atención, mi enamorada quien se ha convertido en mi bastón, en mi gran apoyo.

Parece mentira pero siento que aunque no están los demás paso lindos cumpleaños a su lado. Será porque me engríe dándome todo lo que quiero?.

Recuerdo cuando un amigo me dijo que cuando pase los 20 años ya todo será más rápido, el tiempo pasara de una manera asombrosa y cuando te des cuenta ya estarás con achaques, tu cabello cambiara de color misteriosamente y te estarás preocupando por no dejar de sentirte hombre. Espero que lo ultimo no pase por mí.

He aprendido mucho durante todo este tiempo y creo que este año que estoy viviendo es uno de los mejores, siento que me estoy realizando como persona. Mi relación con mi enamorada está muy bien, mi pasión por la literatura está madurando cada vez más al punto que publicare mi primer poemario y otros proyectos literarios que tengo en mente, pronto sacare la primero revista literario junto con el grupo literario EJE DEL CAOS al quien pertenezco. Estoy trabajando duro en las organizaciones estudiantiles de mi facultad en la universidad.

Cada vez me siento más vivo, y es que las actividades y la poca ociosidad nos hacen sentir vivos. Solo me queda agradecer a todas las personas que me conocen y que de alguna manera aguantan mis tonterías y me hacen sentir bien. Sé que para que uno se sienta realizado necesita de otras personas y gracias a Dios los tengo.

Me despido de todos mis lectores y gracias por leerme.

miércoles, 2 de junio de 2010

la herencia de mis hijos

Me encontraba tirado en mi cama contaminándome con las tonterías que podemos encontrar en la tv cuando de pronto vinieron a buscarme. Era Franco uno de mis mejores amigos, quizá uno de mis pocos grandes amigos. Como es de costumbre nos saludamos con un abrazo, Nos sentamos en algún rincón y empezamos a hablar. Esta vez no hablamos de política criticando las torpezas del gobierno como de costumbre, tampoco hablamos de los circos electorales que pronto se armaran y veremos sus publicidades en las paredes y en cualquier rincón que se pueda poner, tampoco hablamos de esos amigos que un día tuvimos y que hoy no sabemos nada de ellos. Esta vez el tema fue más preocupante. Él me pregunto ¿Christian quieres tener hijos? no sabía que contestar, quizá antes hubiera dicho que si pero ahora me preocupa más, yo le respondí con la misma pregunta ¿tu? Él me respondió, “sabes tengo miedo” todo está fregado, pronto escaseara las cosas y la gente se matara por un plato de comida. El ambiente está más contaminado que antes, los alimentos ya no son tan sanos como antes y con el tiempo traer problemas en la salud, la gente se morirá de hambre, andamos paliándonos por problemas limítrofes y no nos preocupamos por mejorar al menos los problemas de alimentos de nuestro país. No sé si traer un hijo al mundo para que pase todas estas cosas sea algo responsable.

Todo esto me hiso pensar mucho, empezamos a sumar los años y llegamos a la conclusión de que acá a 20 años todo estará más fregado porque los ricos que gobiernan este mundo no les interesa la tierra y con tal de tener sus arcas llenas la destruyen sin piedad. Quizá nosotros estemos más viejos y viviendo de las cosas que podamos lograr pero sin saber si eso es suficiente para que nuestros hijos puedan vivir soportando todo lo que nos vendrá con el tiempo si es que no hacemos nada.

Ambos compartíamos ideas acerca de las cosas que pasan en el mundo y la verdad que todo esto es preocupante.

No sé en realidad si mi hijo me dé las gracias por mostrarle la luz o me maldecirá eternamente por traerle a este mundo a sufrir. Ya no sé si la herencia que le pueda dar es la educación o la gran responsabilidad de sobrevivir en esta tierra.

Sé que hablar de esto es feo pero es la verdad. La tierra ya no se comporta como antes. Quisiera creer como los antiguos para hacer mi pago a la tierra y que deje de darnos desastres, quisiera creer en la bondad de la gente para no tener tantas desgracias sociales, quiera creer en los líderes políticos para que hagan alarde de su poder y ayuden a superar el hambre de la gente, quisiera creer que el sol dejara de evaporar las aguas que tanto nos hacen falta, quisiera creer en tantas cosas pero lamentablemente soy incrédulo a todo eso. Solo siento que debo pensar en ser más responsable con mis acciones, y de conseguir la mayor cantidad de cosas para que si algún día me da la curiosidad de ser padre, pueda ofrecer a mi hijo las armas con las que ha de defenderse en esta vida.