Por: César Pineda
Quilca
“Andrea y la piedra brillante” es la ópera prima del joven
escritor Christian Urrutia López, un libro de cuentos que se inserta en el
panorama literario de nuestro país, elaborado
con un discurso narrativo que se mueve dentro del plano de la ficción y la oralidad
y que, muy fácilmente, podría estar catalogado dentro de la amplísima lista de obras
que forman parte de la literatura infantil (si es que el lector así lo
quisiera). Tres textos conforman este libro inaugural que gusta por los temas
que toca, por la apariencia de su estructura sencilla y el hilo argumental o leiv
motiv que la compone. Así tenemos las siguientes historias:
“Cuando las piedras suenan”, el primer cuento que abre y da inicio
al libro, narra las aventuras y peripecias que atraviesan dos niños amigos
luego de haberse producido un reto entre ambos. Carlitos y Marcos, seducidos
por la emoción y el juego, ponen en peligro sus vidas y compiten a través de
una carrera de barquitos de papel a orillas de un río en un intento por saberse
vencedores del mismo. Cuando nada
hacía presagiar lo peor el infortunio hace que uno de los personajes se
desestabilice y caiga a las aguas del río lo que da pie a una incesante
búsqueda y rescate por parte de familiares y amigos. Diversas situaciones
límite arrastran esta historia a un destino casi trágico en medio de un paisaje
natural plagado de lluvias, misterios y lecciones aprendidas.
“Andrea y la piedra brillante”
es el segundo cuento que aparece en mención. Es la historia de una niña que -guiada
por las referencias que le proporciona su abuelo- va en busca de una piedra
brillante para entregársela a su abuela con la única ilusión de que esta pueda
recuperarse de su enfermedad y vivir bien, por lo menos, el poco tiempo que le
queda de vida. Sin embargo, dos compadres harán lo imposible por hurtar este
bien preciado en un acto desmedido de ambición y poder. Aquí lo narrable se
levanta entre lo real y lo imaginario con algunas fuentes que beben la rica
tradición oral y/o mitológica. Un claro ejemplo de esto vendría a ser el
tratamiento de la piedra como símbolo de prosperidad y salud.
“Una charapita perdida en la ciudad” es el tercer cuento que
aparece en la lista. Aquí se nos cuenta la historia de una niña llamada Sarita
quien -luego de haber regresado de la Selva Central a Lima- emocionada por
tener una mascota recibe de parte de su madrina una pequeña tortuguita, una charapita
muy bonita. De pronto, un día, cuando todo era felicidad hasta ese momento,
Pochita se pierde de manera accidental por causa de Pelusa. Es justamente aquí
donde todo comienza y se entretejen una serie
de hechos que dan motivo a que los personajes principales (tanto Sarita
como su madre Martha) se vean envueltos en una intensa búsqueda por recuperar
al indefenso animal perdido, sobre todo, cuando más pesa el corazón. Un sabor a
reencuentro, ternura y comunión es lo que nos deja esta historia de amor.
Con esta producción, Christian Urrutia López, se abre paso
en la nueva narrativa nacional haciéndose presente dentro de la joven
generación de escritores peruanos. He ahí el reto.
César Pineda Quilca
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